La institución

Hacer de nuestra labor educativa un referente en formación, asociación y sentimiento de pertenencia entre los miembros de la Comunidad Educativa. Encaramos diversas realidades con una identidad común para que nuestro proyecto se adapte al entorno, a la sociedad y las personas que lo forman. Por ello, fomentamos una participación y atención global, fluida y frecuente entre educadores y familias para facilitar su implicación con la obra educativa.

Consideramos la educación como una tarea colectiva y de servicio social, una herramienta de transformación y mejora. Por ello, trabajamos en red manteniendo una relación estrecha entre escuelas y también con el propio entorno social, cultural, económico y eclesial. El Carácter Propio recoge nuestra identidad, junto con la voluntad de servir a la infancia, la juventud y la sociedad con plena implicación de toda la comunidad educativa.

Promovemos una actitud positiva, libre y decidida entre nuestros alumnos con una propuesta que se concreta en:

• La responsabilidad a la hora de tomar decisiones coherentes con los valores, las creencias y su repercusión.
• La creatividad como herramienta de crecimiento personal entre los niños y los jóvenes para dotarlos de autonomía e iniciativa.
• La convivencia en un entorno multicultural es fundamental para asegurar el respeto a la diversidad, la participación, la estima y la unión de grupo
• Aprendemos de la justicia para tomar conciencia de la realidad social y las situaciones de vulnerabilidad. Creemos en la solidaridad para conseguir una sociedad más justa y fraternal.
• La educación para la interioridad nos lleva a potenciar la autoestima y la expresión de los sentimientos para incrementar la empatía, la autenticidad y la reflexión.
  Optamos por la trascendencia del poder transformador de la fe. Aplicado al modelo educativo del Evangelio, nos posicionamos como un centro Abierto y comprometido.